Dos historias diferentes con resultados diferentes.
Lamentablemente, en las redes sociales está circulando un vídeo en el cual niños, jóvenes y adultos invaden una propiedad privada y roban los girasoles. La pregunta es, ¿dónde están los valores de estas personas? ¿Por qué roban lo ajeno, independientemente del valor? Hoy comienzan con algo pequeño, pero qué será lo próximo. Estos jóvenes serán los profesionales del mañana. ¿Robarán horas de trabajo o robarán algún tipo de mercancía? Es un vídeo para reflexionar y preguntarnos qué nos pasa como sociedad, en qué momento se perdieron los valores. Robar es robar, independientemente del valor del objeto.
Pero no todo está perdido. El mismo día que vi el vídeo de los girasoles vi una joven de 19 años rescatando dos pájaros recién nacidos que no podían valerse por sí mismos. Quizás, otras personas caminaron por su lado y siguieron su camino. En cambio, esta joven se detuvo y se los llevó para su casa. Un simple gesto habla mucho de esta joven y de los valores que su familia le enseñó. Resulta ser que los pájaros rescatados eran dos changos. El chango es la ave más común en la Isla, su plumaje es enteramente negro y se alimenta de insectos y semillas. Los changos rescatados son bebés y no se pueden alimentar por sí solos, así que esta joven prepara un batido diariamente y se los da con una jeringuilla. Ella está consciente que una vez puedan volar los tiene que dejar ir, por lo tanto aplicará el desapego. No rescató una cotorra ni un ave exótico, rescató un pájaro común. Amor es amor.
Educa a los niños con valores y tendrás jóvenes orientados a brindar lo mejor de ellos y ayudar a los demás en sus comunidades, áreas de trabajo, iglesia, etcétera.
Los invito a rescatar nuestros valores y ser ejemplo para las personas que nos rodean. No todo está perdido.
“Tus valores no se definen por tus palabras, sino por tus actos”. Anónimo